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Torre de Mangana y monumento

a la Constitución 

 

 

 

 

 

 

 

 

La plaza que alberga la torre de Mangana inicialmente contenía un alcázar árabe y sobre la antigua sinagoga se levantó en el siglo XV una iglesia cristiana. Sin embargo, con el tiempo la nobleza y clero abandonaron la zona y en el siglo XX fue derribada. Las obras para la restauración del lugar comenzaron allá por el 1999 y tras 17 años, este 2016 por fin la Plaza de Mangana se ve como nunca antes. Esta Torre de Mangana, aunque tiene poco que ver con la original al ser remodelada por arquitectos como  Mateo López o Víctor Caballero a través de los siglos, siempre ha estado ligada a la vida de la ciudad. Ya fuera avisando de la llegada de enemigos, de incendios o sonando en los días de fiesta y entierros, la torre siempre tenía el cariño de los ciudadanos. Hoy en día marca las horas de la ciudad y recuerda con sus manecilla el paso del tiempo.

Desde la Plaza de Mangana disponemos de una panorámica de gran parte de la ciudad y de unos asientos  coloridos que contrastan con el estilo clásico y rural de los edificios de alrededor. En esta plaza también encontramos el monumento a la Constitución, construido por Gustavo Torner e inaugurado el 6 de diciembre de 1986. Según declaraciones que recogió el diario el País, Torner explico que su obra era un “conjunto escultórico, integrado por una estructura de hierro de forma trapezoidal con un cubo brillante en el centro que pende en el aire sujeto por tirantes de acero” y que representaba “los diálogos de los políticos en el Parlamento intentando ejercer su influencia dentro del sistema democrático”. Sin duda son unas palabras propias de uno de los promotores del Museo de Arte Abstracto de Cuenca.

Una vez que ya hemos visto esta bonita plaza de la ciudad, deberemos volver unos pasos hacia atrás y continuar todo recto por la callejuela de la izquierda para atravesar la plaza La Merced, donde se encuentran el Museo de las ciencias y descender una pequeña cuesta y unas escaleras para llegar a la casa consistorial de Cuenca, sede del ayuntamiento de la ciudad.  Atravesando los arcos de su zona inferior conseguimos llegar por fin a la Plaza Mayor.

“No sigas el sendero. Dirígete en cambio a donde no hay sendero y deja una huella”. 

Ralph Waldo Emerson

“No hay momento de mayor dicha en cualquier peregrinaje que el comienzo del mismo” – 

          Charles Dudley Warner

Sonido de ambiente "Reloj de Torre"

Si deseas que tanto tus ojos como tus odios se sientan completamente sumergidos en esta experiencia dale al PLAY, recuerda pausarlo al terminar la ruta

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Subida a la Plaza Mayor

Un viaje fotográfico

© 2016 por Ricardo Guijarro. 

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