Cristo del Pasadizo

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Esta leyenda cuenta la historia de Julián, un muchacho que se enamoró. La chica de sus sueños se llamaba Angustias y ya hacían planes de futuro junto, pero a los padres de la susodicha no les hacía gracia que su hija se casara con un hombre de un escalón social más bajo y no les dejaba casarse. Un día, Julián decidió apuntarse a la guerra en Italia para hacer fortuna con las armas y poder casarse con Angustias. Antes de partir, los dos se juraron amor eterno frente al cristo del pasadizo. Pasaron los meses y Julián no regresaba. La chica cansada de esperar acabó seducida por uno de sus pretendientes llamado Lesmes y empezaron a salir. Al cabo de dos años Julián regresó con más dinero y una posición social mayor.

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Julián pensó en ir a la reja del pasadizo donde se declararon su amor para darle una sorpresa, pero allí se encontró a Angustias con Lesmes. Ambos empezaron a batirse en duelo y Julián acabó muerte y Lesmes, asustado y corriendo para huir de la cárcel, acabó tropezando por un camino cercano y desnucándose. Angustias, culpable por la muerte de los dos muchachos, decidió recluirse en el convento de las Petras y prometió solo salir a las 12 de la noche todos los días a pedir por sus almas al Cristo del pasadizo.

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Subiendo la ruta y continuando hasta la zona más alta de la ciudad podremos ver otros lugares de interés como la fundación Antonio Pérez o la escultura de Francisco Luis de León, el registro histórico y la antigua muralla que protegía la ciudad. Lo bueno de esta muralla es que esta bien reconstruida y cuenta con unas escaleras de hierro que nos permiten subir su zona más alta y disfrutar delas hermosas vistas del casco antiguo y de la naturaleza conquense.