
Ricardo
Guijarro
Parque del Huécar
Nada más abandonar la Plaza de la Hispanidad y andar unos 2 minutos escasos podemos encontrar el parque del Huécar que, aunque es fácil intuirlo, se llama así debido a que se encuentra situado en las orillas del Río Huécar. Podría decirse que este Río divide en dos la ciudad, pues separa la zona moderna de Cuenca de su casco antiguo. En este punto del recorrido ya podemos empezar a ver la zona más antigua y bonita de la ciudad; desde la belleza natural que encontramos en el propio río y árboles que lo acompañan hasta su puente, muralla y pequeñas casas que vislumbramos en lo alto. También si tenemos suerte podemos encontrar patos que nadan por están aguas. Sin duda es un adelanto de una de las mejores cosas que podemos encontrar en muchas zonas de la ciudad: Ese toque de naturaleza que se funde con la arquitectura y convive con la ciudad.
Al seguir el sendero del río subiremos unas pequeñas escaleras para alcanzar el Puente de la Trinidad. Aquí se encontraba la Puerta de Huete que permitía el paso a la zona baja de la ciudad. En la antigüedad, Cuenca contaba con varias puertas y murallas que protegían la ciudad, pero hoy en día la mayoría han desaparecido y solo se conservan algunos trozos que nos recuerda la gran estructura defensiva que existía. Al llegar a este Puente de la Trinidad se presentarán dos opciones:
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Atravesar el puente y subir a la plaza mayor
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Realizar un paseo por las orillas del río Júcar
“Nadie se da cuenta de lo hermoso que es viajar hasta que vuelve a casa y descansa sobre su almohada vieja y conocida”. – Lin Yutang
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Paseo por el centro de Cuenca
Un viaje fotográfico